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Campeonato de España de Tenis Absoluto

Verdasco revalida su título de Campeón de España

La Rioja, .- Sólo hay un número 1

Verdasco se da un paseo (6-1, 6-1 en 48 minutos) para ganar su segundo Campeonato de España

Este Verdasco es un chico afortunado. Ahí lo tienen ustedes. Alto, joven, bien formado, de posibles -desde ayer, 24.000 euros más rico-, serio, famosillo. Campeón de España. Viaja por todo el mundo, y lleva del brazo una señorita de muy buen ver. La vida le sonríe, vamos. Un tipo con suerte.

Ah, por cierto: también juega al tenis. De hecho, lo hace como los ángeles. Cuando le salen las cosas, sus rivales tienden a salir corriendo tras pelotas que parecen fantasmales: botan en un lado, van hacia el otro, de pronto ya no están. Para los rivales de más fuste, es complicado. Para los de menos, es directamente imposible.

Como Javier Genaro. El catalán, a sus 26 años, es un miembro de la clase trabajadora del tenis. De ésos que se ganan la vida mientras pueden jugando Futures y Challengers. Ganan unos cuantos, sacan unas perrillas para poner una tienda de artículos deportivos, y siguen con su vida. No son famosos, tal vez su juego no lo merezca, pero de vez en cuando se dan una alegría, y a sus rivales un susto.

Pero cuando se enfrentan con la realidad del tenista grande, ellos parecen más pequeños. Ayer, verbigracia, Genaro se fue para casa con la sensación de haber sido masticado: Verdasco le pasó por encima en apenas 48 minutos.

Más fuerte

Puede pensarse, y es cierto, que Genaro fue a hacer su peor partido de la semana en el peor momento. Pero hay otra manera de verlo, la del propio aludido. «Es que él tiraba mucho más fuerte que los otros jugadores», reconocía.

No sólo tiraba más fuerte, sino que, encima, aprovechaba todas las pelotas que el rival dejaba a media pista para crucificarlo sin remedio. A Verdasco no le hizo falta mucho más: sólo otro pequeño muestrario de saques endiablados. El golpe del campeonato: aún en los momentos difíciles -que Verdasco los pasó, en cuartos y en semifinales- ese servicio que se abre o se cierra a voluntad del zurdo le ha mantenido vivo.

En fin. Dos 6-1, dos Campeonatos de España, y a otra cosa. El torneo que se cierra sólo ha tenido un número uno: el chico con suerte Fernando Verdasco. Poca historia en un partido enormemente desequilibrado. Javier Genaro no pudo en ningún momento con el peso de la bola de su rival, y tampoco acertó con su saque: sólo lo ganó dos veces en todo el partido. Nunca pasó de 30 en los servicios de su rival, y tampoco exhibió recursos como para cambiar su juego cuando lo necesitó. Enfrente, Verdasco estuvo enormemente sólido, cometiendo pocos errores no forzados.

PABLO ÁLVAREZ./LOGROÑO/larioja.com


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