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ATP: Cayo Vizcaino - Miami
Nadal acaricia la gesta
Miami, .- Nadal acaricia la gesta
Mandó por dos sets y 4-1 en el tercero, pero Federer reaccionó y se anotó su 18ª final consecutiva
El finalista más joven del Masters Series ATP sobre pista dura de Miami, Rafa Nadal, se estableció definitivamente en la elite a sus 18 años y 10 meses de edad. No cumplió el ambicioso objetivo de batir al número uno mundial, el suizo Roger Federer, pero dejó constancia de su clase acorralando al helvético durante tres sets.
El manacorí perdió 6-2, 7-6 (7-4), 6-7 (5-7), 3-6, 1-6, en tres horas y 42 minutos, después de rozar la gesta de batir a un jugador que volvió a demostrar que es de otra galaxia. Nadal estuvo a punto de tumbar a Federer, como ya sucediera en la tercera ronda de este mismo torneo en 2004, cuando se adelantó por 4-1 en la tercera manga. No cerró el partido, como tampoco en el posterior 'tiebreak', coon 5-3, a dos puntos del título.
Contra cualquier otro rival, Nadal hubiera vencido por KO. Demoledor desde el fondo de la pista, regular con un saque que no cesa de mejorar, maravilló. Exultante, levantó dos pelotas de set en la segunda manga. Una exhibición de poderío que hizo humano por unas horas a Federer. Hasta que el suizo recurrió a ese don innato que le hace especial.
En un ejercicio soberano de humildad, Federer supo convivir con la superioridad del adversario, a la vez que aguardaba la aparición de alguna grieta por la que poder meterse y dar la vuelta al choque. El helvético, como un grande que es, se negó a entregar por sí mismo la victoria. Forzó la máquina, y en cuanto tuvo una oportunidad la aprovechó.
Tras la remontada en el tercer set, se lanzó como un poseso a por el trofeo, ese que continúa siendo coto cerrado para los españoles, ya que Nadal acabó llevándose el de consolación, como antes Sergi Bruguera (1997) y Carlos Moyà (2003). El manacorí había plasmado su excelente estado de forma, el porqué sumaba 20 partidos individuales sin conocer la derrota, habiendo conquistado los torneos sobre tierra batida de Costa do Sauípe y Acapulco.
Pero Federer constató que su excelente estadística no son números fríos. Les da calor no sólo a base de golpes de raqueta, también con solidez mental, apoyándose en la genialidad trabajada por igual en la superioridad y en el sufrimiento.
Son ya 18 las finales seguidas que ha ganado Federer. Entre la de Viena-2003 y la de ayer han caído tres títulos del Grand Slam (todos menos Roland Garros) y dos Masters ATP. La racha como invicto asciende a 22 encuentros. Esta temporada su balance es de 32 victorias y una derrota, el mejor inicio de campaña desde el 39-0 de John McEnroe en 1984.
106 victorias y 7 derrotas
Desde agosto del año pasado, sólo Marat Safin, en las semifinales del Open de Australia, ha sido capaz de batirle. Y, más increíble todavía, entre 2004 y 2005 ha disputado 113 partidos, con un récord positivo de 106-7. A sus 23 años, en sus vitrinas resplandecen 27 títulos.
Está fuera de órbita, aunque entre los candidatos que aspiran a entrar en ella se halla desde ayer Rafa Nadal. Hoy entrará por vez primera en el top-20 del ránking mundial, antes incluso de lo que esperaba porque creía que su ascenso en el escalafón se produciría durante la parte importante de la tierra batida, en la que entrará ahora. “En tierra puedo optar a cualquier cosa –confesó–, estoy jugando muy buen tenis y he ganado mucha confianza con los títulos conseguidos y mi buen torneo en Miami. Ahora viene lo más importante para mí”.
Sobre la derrota, indicó que “el partido ha sido muy igualado, he estado cerca de la victoria, pero contra este hombre debes estar continuamente al cien por cien, por algo es el número uno y lleva dieciocho finales sin perder”
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