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Carla Suarez sigue en la 2ª semana

New York, 04/09/2011.- Carla Suárez, una victoria de narices ante Silvia Soler.

La tenista canaria se sobrepuso a los vómitos que tuvo antes del encuentro y eliminó a Silvia Soler en dos sets, lo que le permitió alcanzar los octavos de final del US Open, un hito que el tenis femenino español no lograba desde el año 2000.

Carla Suárez es menuda y delgada. Esconde que es toda pura fibra y, bajo su tranquila apariencia, tan canaria ella, es puro nervio. Tiene unas agallas que muchos desearían tener. No es fácil asimilar todo lo que le ha pasado: en su primer Grand Slam alcanzaba los cuartos de final en Roland Garros (a los que seguirían después los del Open de Australia, sus mejores resultados en los 'grandes'), su progresión era constante, parecía que el tenis español había encontrado a su nueva Arantxa o Conchita. Pero de golpe, sin esperarlo, se vio en el 'lado oscuro', aquél que más asusta a cualquier atleta, el de las lesiones, el tener que pasar por el quirófano con la incógnita de la recuperación. Han sido dos años complicados, de lágrimas, miedos y esperanzas. Primero la rodilla, después, el codo. Carla sufría y también lo hacía su entorno. No se sabía cómo irían las cosas tras la larga inactividad. Las dudas lógicas.

Llegó a Nueva York pensando en su regreso a un Grand Slam y... ¡maldición! Algo en el estómago no va bien. Primero lo achacan a los nervios. Pero las molestias persisten, hay vómitos, dolores, no se siente capaz de aguantar “más de una hora y media o dos horas” en pista. Pero todo lo vivido con anterioridad ha hecho más fuerte a Carla. Mucho más fuerte. Es una jugadora distinta a la de hace dos temporadas, más curtida, más dura y con el talento de siempre. “Todo se vive un poco más intenso y todo lo que te pasa lo aprovechas, lo vives y lo valoras mucho más.

Tantos malos momentos por las lesiones y por estar alejada de las pistas tanto tiempo me ha dado fuerzas. Éstas son rondas que no sabes si volverás a alcanzar nunca más, hay que aprovecharlas y no abandonar a las primeras de cambio”, sentencia.

Ella, este sábado, frente a Silvia Soler, hizo ambas cosas: aprovechar la oportunidad (se impuso por 6-0 y 6-4 en una hora y once minutos) y no abandonar aunque tenía sobrados motivos para ello. Había estado vomitando durante el calentamiento, de apenas quince minutos, previo. Tuvieron que pincharla para que pudiera saltar a la pista. Todo eso y la agresividad que exhibió la canaria en los primeros compases del encuentro -no había otra táctica para ella que jugárselo al todo o nada para evitar un partido largo- desarbolaron a una Soler inexperta en estas rondas de un 'grande', que, pese a la derrota, debe quedarse con el nivel ofrecido las dos últimas semanas. Está en el camino que andaba buscando.

“Dí todo lo que tenía. Por mi parte ha sido un partido '10' y hemos logrado el trabajo que veníamos a conseguir”, prosigue Carla que esta noche va a celebrar, con todo el grupo de jugadoras y técnicos, sus 23 primaveras.

Se ofreció el mejor regalo de cumpleaños: alcanzar por primera vez los octavos de final en un torneo, el US Open, en el que en sus participaciones anteriores sólo había ganado un partido. Y convertirse en la primera española desde 2000 en alcanzar esa ronda en Nueva York (entonces fueron su paisana Magüi Serna y Arantxa Sánchez Vicario). ¡Feliz cumpleaños guerrera!

Neus Yerro/Sport