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Un soplo de aire fresco para el tenis femenino español

Madrid, 10/03/2011.- Lara Arruabarrena, un soplo de aire fresco para el tenis femenino español.

· Es la actual subcampeona de Europa júnior, subcampeona del dobles de Roland Garros júnior y campeona de España en dobles sub'18

· Anteriormente fue campeona de España infantil (2006), subcampeona de España sub'16 (2008), campeona de España de dobles sub'16 (2008) y campeona de España por equipos (2009)

Acaba de ganar cómodamente su partido ante una rival de menor entidad y se ha quedado con ganas de tenis. Lara Arruabarrena (Tolosa, 1992) llega acompañada por su entrenador Antonio Capella dispuesta a ejercitarse otra media hora sobre la tierra batida de una de las pistas de entrenamiento del Club de Tenis Chamartín.

La jugadora vasca, una de las grandes perlas de la cantera española, ocupa a sus 18 años el puesto 286 del ranking WTA y acumula diez títulos en su haber. Su calidad y su espíritu de sacrificio nos hace esperar más de ella. Lara coge su raqueta y empieza a sacudir la pelota...

Lara comenzó a jugar al tenis "por casualidad". Se apuntó con una amiga a unas clases de verano y quedó prendida por este deporte que la cautivó. Tenía ocho años y ni por asomo se imaginaba que aquel juego de raqueta le iba a cambiar la vida. "Cuando con diez años me llamaron del CAR de San Cugat no me lo podía creer. Querían que me fuera a Barcelona a entrenar con los técnicos de la Federación. ¡Pero si ni siquiera era la mejor de mi grupo!", comenta Lara con un marcado acento vasco que no se le ha ido a pesar de llevar ya ocho años en la Ciudad Condal.

Antonio Capella fue el culpable de aquel cambio: "Desde que la vi por primera vez supe que tenía condiciones. Tiene tenis, calidad, físico y una extraordinaria capacidad de trabajo. Es una 'alumna' extraordinaria y tiene muchas opciones de llegar. Pero ambos sabemos que tiene que ir paso a paso".

Desde que conquistó su primer ITF de 10.000 dólares en Oviedo en 2008, Lara no ha parado de progresar. "Antes fallaba como una escopeta de feria y ahora soy más regular", comenta la propia protagonista, tan exigente como trabajadora. Diez títulos de esas características alberga ya en su palmarés.

En Madrid está jugando probablemente el último 10.000 que tiene en mente, pues en su hoja de ruta están marcados los torneos de Bath, Inglaterra (25.000 dólares) y Monzón (75.000), ambos sobre pista dura. "Me gusta más la tierra batida. Mi punto fuerte es la derecha y el débil el saque", se autodefine. Viéndola jugar, cualquiera se da cuenta del potencial que tiene, una perla a la que se le puede sacar mucho brillo. "No es una crack tipo Arantxa Sánchez Vicario o Conchita Martínez, dos jugadoras que han sido únicas y quizás irrepetibles. Pero Lara tiene maneras para llegar ahí arriba. Ha comenzado a construir el piso por la base y sabe que sólo puede ir creciendo a base de trabajo", comenta Antonio, que espera que la Federación Española les deje trabajar un año más juntos en el CAR (teóricamente, Lara no podría seguir a la conclusión de 2011 al ser ya mayor de edad).

El sueño de ganar Roland Garros
A pesar de la competitividad que se presupone al tenis, Lara es de esas jugadoras que se gana a sus homólogas. Sólo hace falta ver cómo se trata con el resto de jugadoras para ver que se lleva bien con todo el mundo. Sus mejores amigas dentro del círculo son Leticia Costas, Garbiñe Muguruza o 'Tita' Torró, con la que suele jugar siempre que puede la disciplina de dobles. Ambas fueron subcampeonas el año pasado del Roland Garros júnior.
"Fue una experiencia impresionante. Ver la magnitud del torneo, estar rodeada de los mejores jugadores del mundo, que los resultados acompañasen... ¡Ojalá lo pueda ganar algún día!", manifiesta. En una época en la que el tenis femenino español, dicen, pasa por un momento de crisis, todas las jugadoras que destacan a nivel de cantera se ven como un soplo de aire fresco.

Para Lara la crisis no es tal: "Es cierto que no tenemos el nivel de antaño, pero hay tenistas españolas muy buenas. A mí me gusta María José Martínez porque su estilo es diferente al resto".

Fuera de las pistas, Lara consume su tiempo libre con sus amigos y o yendo a visitar a su familia a su tierra. Le gusta el fútbol ("verlo, no practicarlo porque soy muy mala", aclara) y se proclama seguidora de la Real Sociedad. Mantiene contacto con su gente a través de Internet y la Blackberry. No es supersticiosa ni maniática, pero prefiere no escuchar música antes de los partidos para centrarse totalmente en lo que ocurre en la pista. Ahí la dejamos. Dando raquetazos a base de bien...

DAVID MENAYO/Marca