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Junior Davis Cup - Barcelona
El equipo español conquista la Copa Davis ‘junior’
Barcelona, .- Los ganadores de la Copa Davis ‘junior’
El pasado mes de octubre, Roberto Bautista, Pere Riba y Javier Garrápiz se alzaron en Barcelona con la Copa Davis junior. Toda una gesta para unos jóvenes de 16 años que se han colocado ya en la pista de salida para el tenis profesional. Con un futuro prometedor por delante, los tres son conscientes del duro camino que les espera, aunque esperan poder triunfar en unos años
Domingo 3 de octubre de 2004, pistas del Real Club de Polo de Barcelona. Tres jóvenes tenistas españoles de 16 años se alzan con la Copa Davis junior, el Mundial por equipos, después de un excelente campeonato en el que se tuvieron que medir con los mejores en su categoría.
Sus nombres son Javier Garrápiz, Pere Riba y Roberto Bautista, y con ellos parece asegurado el futuro del tenis en nuestro país. Para ellos, conseguir la victoria en este campeonato ha significado un paso adelante en su corta carrera. Pero esto no ha hecho más que empezar. “Creo que ha sido uno de los momentos más felices de mi vida deportiva. Nos veíamos con posibilidades de ganar, pero los rivales eran difíciles. Fue muy emocionante, sobre todo porque estábamos apoyados por nuestra gente en el público”, asegura Javier Garrápiz.
Sus compañeros comparten la misma opinión. Es cierto que son todavía muy jóvenes, pero ya se han colocado en la línea de salida del tenis profesional.
“El domingo no fuimos del todo conscientes de lo que habíamos hecho. Fue al día siguiente cuando pensé que había ganado la Copa Davis, y que era muy importante”, asegura Pere Riba. De todas formas, no han tardado en bajarse de la nube. “Lo más importante de momento es entrenar. Somos jóvenes y nos queda mucho tiempo por delante. Hay que prepararse física y mentalmente, no nos podemos relajar”, afirma Pere Riba.
Entre sus ídolos, destaca Ferrero, aunque todos sienten una especial debilidad por Rafa Nadal. “Su progresión ha sido increíble y es un reflejo para los jóvenes que venimos detrás”, aseguran. Y fuera de España, Federer es al que más admiran. “Es el mejor jugador ahora mismo. Es el más completo de todos, y el que realiza un tenis más bonito”, asegura Pere Riba.
Son conscientes de la progresión que sigue el tenis hacia un juego más físico, aunque les gusta más el técnico. “Prefiero el tenis de Federer al de Andy Roddick, pero somos conscientes de que hoy en día la preparación física es fundamental”, afirma Roberto Bautista. Por eso cada día dedican muchas horas a entrenar.
Más cosas
JAVIER GARRÁPIZ. Empezó a jugar a los seis años en Huesca. Su buena trayectoria fue premiada con una beca en el Centro de Alto Rendimiento de San Cugat, en Barcelona, donde entrena actualmente bajo la tutela de Juan Avendaño. “Me encanta estar aquí. Llevo ya dos años y medio becado y el ambiente entre todos los deportistas es increíble”, afirma el jugador. Destaca por tener una buena derecha y por ser muy fuerte mentalmente.
PERE RIBA. A los seis años, como Javier, tuvo Pere su primer encuentro con las raquetas. Comenzó en el Club Sportiu Trébol de Barcelona. Más tarde fue fichado por el Bonasport y actualmente pertenece a la Federación Catalana. El encargado de su preparación es Jordi Arrese. “Mi relación con el entrenador y con el resto de preparadores de la Federación es muy buena. Me siento muy a gusto con ellos y con el resto de compañeros”, asegura. Entre sus cualidades, un buen saque y la derecha.
ROBERTO BAUTISTA. Roberto comenzó a jugar en Castellón, cuando contaba con cinco años de edad. Al principio, en una Escuela donde acudía los fines de semana. Más tarde fue fichado por el Club de Tenis Castellón, que actualmente se encarga de su preparación. Su entrenador es Jorge Bellés. Entre sus cualidades, destaca el buen juego ofensivo y el revés. “Tenemos que mejorar en algunos aspectos, pero Roberto es uno de los jugadores más completos entre los de su categoría. Está entre los ocho mejores del mundo”, asegura su entrenador.
“Tenemos que entrenar duramente y ser diferentes”
A las ocho de la mañana aproximadamente, todos arriba. Les espera una dura jornada. “Compaginar los entrenamientos y los estudios es complicado”, aseguran los jóvenes jugadores. Llevan ya varios años dedicando muchas horas a prepararse para llegar arriba, así que están acostumbrados.
Pero el día a día, a veces se torna muy difícil. “A veces llegas cansado de alguna competición, o de un viaje. Llegas a casa y lo que más te apetece es descansar, pero tienes que ponerte a hacer los deberes. Es lo que me ha pasado este fin de semana. Es domingo por la noche, y aquí estoy, terminando de hacer los ejercicios para clase”, explica Pere Riba.
Suelen dedicar de cuatro a seis horas al día a sus entrenamientos. Necesitan combinar la técnica con el físico para convertirse en buenos jugadores.
“La verdad es que lo hacemos encantados, porque nos gusta mucho el tenis. Es cierto que a lo mejor nos apetece salir algún día, pero estamos mentalizados de que el deporte es así, que tenemos que entrenar duramente y ser diferentes al resto”, afirma Javier Garrápiz.
Jorge Bellés, entrenador de Roberto Bautista, es consciente del necesario trabajo en el ámbito psicológico. “Tienes que prepara mentalmente a los jugadores, porque son muy jóvenes. Les transmitimos la dificultad del camino que van a emprender, y que tienen que aprender tanto de los errores como de los aciertos”.
Para Jorge es fundamental que el tenista tome conciencia de que no puede hacer lo mismo que hacen otros chicos de su edad. “Ellos deben ser jugadores las 24 horas del día. Tienen que trabajar este aspecto, porque a su edad es difícil ser diferente. Pero todos los tenistas mejoran físicamente, en cambio, los que llegan arriba, son aquellos que mentalmente están preparados, que viven para su trabajo”, afirma.
Tenistas desde la infancia
Entre cinco y seis años tenían los tres jóvenes tenistas cuando empezaron a coger las raquetas. Los tres se iniciaron en sus ciudades respectivas -Javier Garrápiz en Huesca, Pere Riba en Barcelona y Roberto Bautista en Castellón-, jugando los fines de semana y participando en algún pequeño torneo.
Poco a poco, fueron dedicando cada vez más tiempo hasta que pasaron a entrenar a diario.
“Al principio yo practicaba tenis y fútbol, y estuve así hasta los 13 años. Después tuve que elegir y me decanté por el tenis”, explica Roberto Bautista.
No se equivocó, pues con tan sólo 16 años ha logrado ser Campeón de Europa y del Mundo individual y por equipos, entre otras victorias.
“En seguida nos dimos cuenta de que nos gustaba este deporte y de que se nos daba bien. Los entrenadores también nos animaron y de esta forma nos hemos volcado totalmente en el tenis”, asegura Pere Riba.
“Uno de los aspectos más bonitos es la buena amistad que tenemos entre los jóvenes tenistas”, afirma Javier Garrápiz.
