Noticias:

Valencia, 10/11/2004.- Anabel Medina es la primera española en el ránking mundial tras el dominio ininterrumpido entre Arantxa y Conchita desde 1986

Relevo consumado en el tenis femenino español. Tras 18 años con Arantxa Sánchez –retirada en 2002– o Conchita Martínez como primera española en el ránking mundial, Anabel Medina (39ª) tomó el testigo la semana pasada por primera vez desde 1986 al adelantar a la aragonesa (42ª). Antes que Sánchez y Martínez, Elena Guerra fue la última española en esa posición, pero su ránking –340ª a final de 1985– recuerda el páramo que era el tenis femenino del país antes de la eclosión conjunta de Arantxa y Conchita.

Ambas empezaron una carrera meteórica hasta sumar 61 títulos, cinco Grand Slams, cinco Fed Cups, llegaron al nº 1 y 2 en 1995, algo inimaginable años atrás. Fueron sin interrupción las dos primeras españolas en el ránking hasta 2001, cuando una lesión en el tendón de Aquiles derecho fastidió el año a Conchita, que fue rebasada el 5 de noviembre por Montolio, Serna y Torrens. La campeona de Wimbledon'94 restableció la jerarquía diez meses después y el 21 de octubre avanzó para siempre a Arantxa, que anunció semanas después su retirada.

Este año Serna ya estuvo a punto de superar a Conchita, que no gana un torneo (Berlín) desde mayo de 2000, pero se quedó el 5 de abril a las puertas –26ª por 25ª– y permitió a Medina dar el vuelco definitivo el 1 de noviembre. “Era una crisis anunciada, pero si no hubiésemos tenido a Arantxa ni Conchita quizá estaríamos como antes. Se ha aprovechado bien la estela de ambas”, opina el presidente de la Federación Española (RFET), Agustí Pujol.

Calidad y resultados

Tras ellas otras 13 tenistas españolas se han colado alguna vez en el top-100, la primera Montolio en 1994 y la última Parra en 2003. Ruano, Sánchez-Lorenzo, León, Torrens, Serna, Martínez-Granados, Marrero, Medina, Llagostera, Mª José Martínez y Bes completan esa lista. Actualmente son siete entre las cien primeras, pero la gran diferencia reside en la calidad y los resultados, incomparables con el 'dúo mágico'.

“El juego agresivo actual con golpes ganadores desde cualquier posición nos obliga a cambiar la mentalidad de la jugadora española. Tenemos que incidir en eso en las escuelas y los clubes.

Buscamos un perfil físico importante”, añade Pujol. La RFET ha iniciado el proyecto 'Enamórate' para captar jóvenes valores bajo la dirección de Miquel Margets, que valora positivamente el aumento de torneos WTA de menor dotación en España que permiten sumar los primeros puntos sin salir al extranjero.

“Medina se puede mover entre las 20 primeras, pero si quiere tener éxito debe trabajar la musculatura y la resistencia. Su margen más amplio de mejora es la preparación física. Ella lo sabe”, explica Margets. “Tras superar su grave lesión de 2002 ahora mentalmente está más preparada que antes. En tenis los resultados no engañan y si ha dado ese salto es por algo”.

Anabel, de 22 años, goza de su mejor ránking tras sumar en 2004 un segundo título en Palermo y llegar a las semifinales de Hertogenbosch, Forest Hills y Luxemburgo.

“Relevo sí que hay, pero no podemos alcanzar lo de Arantxa y Conchita”, dice Medina. “Tenemos una forma de jugar que no es la más adecuada para el tenis de hoy. Es de fuerza y nosotras buscamos más los puntos largos”. Lo dicho: se impone un cambio si no se quiere que la sombra de Conchita y Arantxa sea eterna

Lluís Carles Pérez/El Mundo deportivo